2 de noviembre de 2010

Una vez le preguntaron a Lewis Hain, un fotografo de guerra, porque había elegido esa profesión, él contestó que si pudiese contar con palabras, todo lo que veía, no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos, que ciertos momentos de belleza, de desolación de horror y de heroísmo estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo, hay cosas que no podemos explicar con simples palabras, cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. De fotografias fijas guardadas en la memória, que nos recuerdan cada segundo, lo hermoso que es vivir.
Porque ahora sé que seguir viviendo, no es pasar las hojas de un calendario, sino entender que cada hoja de ese calendario, es única e irrepetible.

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