1 de septiembre de 2009


A cada numero el corazón se acelera, la sangre corre por tu venas, te hace sentir insegura en más de una ocasión, pero feliz por la ilusión que nace dentro de ti...
Solo quedan tres números 3... 1.... 0... Aquí acaba el numero de teléfono, ese número que te hará tan feliz durante unos segundos. El sonido tan irritable de la señal se instala en tu cerebro a placer y un escalofrío recorre cada centímetro de tu espalda haciéndote encoger y abrazarte a ti misma, mientras esperas a que el teléfono de una señal de vida al otro lado, tu ojos se iluminan como dos pequeñas luces que alumbran un lugar oscuro y desolado. Cada segundo es un mundo y tu lo compruebas de esa forma.
Sabes que nadie va a coger el teléfono, sabes que nadie va a escuchar tu "Felicidades" pero solo el hecho de decirlo te hace sentir bien, la paz invade tu interior... y de repente... tutututu... El teléfono esta inactivo o no existe. PUTA TELEFÓNICA!

Mucha gente sabe que me gustan,
poca gente sabe lo importantes que son para mi.
Pero... ¿Y si nunca los hubiese conocido?

Siento volverme pesada pero... les quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario