
La luna del día.
Por que tiene dos caras,
una buena y una mala.
La buena
son los momentos en los que te diviertes,
ríes, estás con la gente a la que amas.
La mala, en cambio, es la más abundante, pero la que nos hace más fuertes.
Por eso hay que saber transformar los malos momentos en cosas positivas.